En un contexto donde la efervescencia política ad portas de la campaña presidencial en Chile; ONG Pather Nostrum ha realizado un exhaustivo análisis en los programas presidenciales para asistir e incidir de forma positiva en la calidad de vida de las personas con discapacidad, identificando importantes diferencias en el enfoque y profundidad de las medidas planteadas por los candidatos.

Entre los programas mejor evaluados se encuentra el de Evelyn Matthei, quien presenta un Plan Nacional de Accesibilidad y fortalecimiento explícito de la educación inclusiva. Su propuesta aborda ayudas técnicas, rehabilitación y viviendas adaptadas. Similarmente, Harold Mayne-Nicholls plantea superar las cuotas de inclusión laboral y mejorar pensiones de invalidez, aunque con menor desarrollo en accesibilidad física.

José Antonio Kast y Jeannette Jara presentan medidas dispersas. Kast se enfoca en simplificación de trámites y rehabilitación, mientras Jara propone un robusto sistema de salud con telemedicina y salud mental, pero ambos omiten la transversalidad en educación, transporte y urbanismo.

Los programas de Eduardo Antonio Artés y Johannes Kaiser ofrecen protección social general que beneficiaría indirectamente a personas con discapacidad, pero carecen de políticas específicas. Artés se centra en reconocimiento constitucional y seguridad social, mientras Kaiser prioriza el gasto social y beneficios tributarios.

Marco Enríquez-Ominami y Franco Parisi muestran las mayores omisiones. Parisi no menciona inclusión laboral, accesibilidad física ni educación inclusiva, mientras Enríquez-Ominami prácticamente no incluye a personas con discapacidad en su programa.

En tal sentido Cristian Espinoza, Director de ONG Pather Nostrum, expresó: «Analizados los programas, observamos que ningún candidato alcanza un enfoque integral y transversal de discapacidad. Los próximos cuatro años requieren compromisos concretos que superen la fragmentación actual. La inclusión debe ser política de Estado, no de gobierno».

Espinoza añadió: «Urge que el próximo gobierno priorice la accesibilidad universal, el fortalecimiento del SENADIS y la participación efectiva de personas con discapacidad en el diseño de políticas. La exclusión sigue siendo la regla, no la excepción, en muchos programas presidenciales».

El análisis concluye que, si bien existen avances en propuestas específicas, persiste una falta de visión integral que garantice el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Los próximos cuatro años representan una oportunidad crítica para transformar las promesas en acciones concretas que aseguren una inclusión real y efectiva.