Como la solución para revertir el estrés, ansiedad y
depresión de los residentes del Establecimiento de Larga Estadía (Eleam) de
Punta Arenas -producto al confinamiento total al que estuvieron sometidos por
un largo periodo de tiempo como parte de las medidas restrictivas debido al
complejo escenario epidemiológico provocado por la pandemia del covid-
profesionales y expertos de la ONG Pather Nostrum lideraron una canoterapia
para la recuperación física, mental y emocional de estos adultos mayores.
A la terapia en sí, fueron expuestos 62 adultos
mayores, alcanzando a ser partícipes de la actividad la totalidad de los
residentes de dicho establecimiento, quienes tuvieron contacto directo con el
can seleccionado para llevar a cabo tal actividad.
Los efectos visualizados después de la única oportunidad en que se utilizó esta técnica de intervención se calificaron como “satisfactorios” por parte de los diferentes expertos y profesionales que intervienen en el trato directo a diario al interior de este Eleam, por el radical cambio de los estados de animo de los intervenidos.
Luego de la terapia, entre los residentes se notaba un
ambiente de conversación con la temática de mascotas, generando un aumento en
la conducta pro-social dentro de la dinámica vincular de los residentes.
Y es que la capacidad de regular las respuestas afectivas es
un proceso que se va sofisticando gradualmente por medio de la interacción con
otros, siendo en el intercambio comunicativo en donde se van puliendo
habilidades que potencian el desarrollo de otras áreas.
A medida que aumentan las conductas sociales en los adultos
mayores se producen avances a nivel cognitivo y motriz, avances que al mismo
tiempo refuerzan los sentimientos de bienestar, fortaleciendo los vínculos al
interior de los cuales y por medio de los cuales se originan los procesos de
regulación afectiva que intervienen en la adquisición de las metas del
desarrollo.
VALORACIONES DE
EXPERTOS
La técnica de intervención en sí, estuvo diseñada como
complemento para mitigar patologías como los sentimientos de culpabilidad, la
baja autoestima o situaciones de perdida (muerte de un ser querido, una
ruptura, entre otros).
Las personas con ansiedad o depresión no consiguen mucha
satisfacción al realizar cualquier actividad, en especial las que sufren
depresión o han perdido el deseo de relacionarse con otras personas, a lo que
se suman otros trastornos como la
pérdida del sueño o de peso.
En tal sentido, la utilización de perros son un elemento
motivador que activa en las personas una hormona llamada oxitocina, relacionada
con el placer, el aumento de las endorfinas, un neurotransmisor relacionado con
la felicidad y la reducción del neurotransmisor conocido como cortisol,
regulador fisiológico del estrés.
VÍNCULO HUMANO-ANIMAL
Las terapias con animales han resultado efectivas para el
tratamiento de problemas anímicos, debido al establecimiento de un vínculo
particular entre la mascota y la persona, aumentando el interés en el contacto
social y disminuyendo la sensación de soledad, convirtiendo a la mascota en el
punto de proyección de aspectos disruptivos para la persona.
Asimismo la terapia asistida con animales se fundamenta en
el vínculo humano-animal, del cual tanto la historia como los recientes
hallazgos científicos demuestran que es una de las experiencias vinculares más
significativas y entrañables para los seres humanos.
Los efectos de la terapia asistida con perros se producen en una lógica circular de efecto dominó la cual, una vez se pone en marcha gracias a la intervención del perro como co-terapeuta en la intervención psicológica, generando condiciones que mejoran la calidad de vida de las personas mayores.
PRESCEDENTES
PSOITIVOS
Uno de sus referentes para llevar a cabo tal tipo de
intervención fueron precisamente los resultados registrados por la Fundación de
Educación Especial Programa Integral de Potencialización, la cual atiende
población con desventajas (necesidades educativas especiales), por medio de un
enfoque interdisciplinar que incluye como una de sus modalidades las terapias
asistidas con animales (equinoterapia y dogoterapia) en la ciudad de Medellín,
y busca potencializar las capacidades en personas con diversas patologías entre
estas: síndrome de Down, retraso mental y parálisis cerebral (PIP Fundación,
2011).
Según los resultados cualitativos de dichas terapias, las
experiencias registradas a través de los usuarios que participaron en las
terapias asistidas con perros, se comprobaron los efectos asociados al impacto
de las terapias asistidas con animales en la regulación afectiva de los
pacientes asistidos.
Es por ello que fue posible considerar la terapia asistida
con animales como un puente que enlaza los generosos beneficios de la compañía
animal con el bienestar de las personas y, como una opción de intervención que
enriquece el ejercicio de profesionales al servicio de la salud.