En una reciente conversación, Francisca Maldonado, coordinadora del Centro de Desarrollo Integral San Vito -programa que responderá de forma paralela a Fundación Cristox y ONG Pather Nostrum- compartió los avances y desafíos que enfrentará en un futuro próximo el naciente programa que arropará a decenas de niños, niñas y adolescentes con alguna condición, o discapacidad leve a moderada, que radican en la Comuna de Curacaví.
El más bisoño programa de estas dos instituciones, contará con sus dependencias físicas en nuevas instalaciones que están siendo construidas en la parte posterior de la Casa Matríz de ONG Pather Nostrum, cuya edificación se prevé que concluyan en el transcurso del año, según la información entregada por la también Psicóloga del Departamento de Educación e Infancia de ONG Pather Nostrum, quién accedió a responder esta y otras interrogantes.
¿Por qué nace el Centro de Desarrollo Integral San Vito?
Queremos potenciar el desarrollo personal y social de niños, niñas y adolescentes de la comuna de Curacaví, y para eso es clave trabajar sus habilidades para la vida diaria.
¿En qué consistirán las iniciativas específicas de este proyecto y qué instituciones y/o colaboradores participarán en su ejecución?
El proyecto contempla talleres integrales donde se trabajará desde distintas áreas como psicología, terapia ocupacional y fonoaudiología, siempre con una mirada colaborativa entre profesionales y con las familias.
Actualmente, el equipo está a la espera de contar con un espacio adecuado para implementar esta propuesta: una sala de talleres que cumpla con todas las condiciones necesarias para recibir entre 10 y 15 participantes. Cada niño será evaluado previamente junto a la terapeuta ocupacional para asegurar que el programa se ajuste a sus necesidades.
Tengo entendido que el Centro asistirán infantes con algún grado de neurodivergencia, condición que suele repercutir -en muchos casos- en el seno de estas familias, comunidades educativas y sociedad en general. Bajo esta premisa: ¿con qué enfoque serán atendidos?
San Vito ya cuenta con un Centro de Atención que trabajará con niños desde 1 año hasta los 17 años y 11 meses, con un enfoque en la neurodiversidad. Se abordan distintas dificultades del desarrollo, como el TEA (Trastorno del Espectro Autista), discapacidad intelectual, TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), parálisis cerebral, entre otras.
El enfoque es integral: no solo se trabaja con los niños, sino también con sus familias, colegios y otros profesionales de la salud cuando es necesario. El niño no está solo en el mundo, tiene su entorno, y ese entorno también tiene que estar acompañado.
¿Estos servicios tendrán algún costo para las familias?
Se busca mantener una atención accesible económicamente para las familias, con valores más bajos que los del mercado, lo que hace que el financiamiento externo sea fundamental para mantener la calidad del servicio.
Con anterioridad había hecho referencia que el programa impactaría de forma directa en las familias ¿De qué forma pretenden lograrlo?
Uno de los principales pilares de la labor que tendremos puertas adentro de San Vito es la importancia de acompañar a las familias, especialmente cuando están enfrentando por primera vez un diagnóstico. Muchas veces (en las familias) hay miedo, inseguridad, y es válido. Por eso nos damos el tiempo para escuchar, contener y guiar.
¿Qué otras dinámicas se desarrollaran en este Centro?
En el Centro Ocupacional también se realizarán talleres grupales, donde los niños, niñas y adolescentes trabajarán habilidades sociales, de comunicación, trabajo en equipo y tolerancia a la frustración. Estas dinámicas son clave para fortalecer la interacción entre pares, algo que no siempre se logra en sesiones individuales.
Es un proyecto que va tomando forma a la par de las instalaciones que le van a cobijar, las cuales se espera que estén terminadas en el transcurso del presente año, pero ¿Qué objetivos a corto plazo se han trazado para este proyecto?
Para este año, las metas del Centro son claras: mantener un servicio de calidad, ampliar la cobertura para llegar a más familias en lista de espera, fortalecer el cumplimiento de objetivos terapéuticos y mejorar los espacios y materiales disponibles.
A esto se suma que, cuando un niño se va de alta, queremos que sea porque logró sus metas, porque realmente lo ayudamos. Eso es lo que más nos importa.